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Este lugar es ese gris espacio entre el blanco y el negro, esa pequeña idea entre la genialidad y la locura, ese minimo paso entre el bien y el mal, esas pocas palabras entre la felicidad y la tristeza, esa delgada linea entre el amor y odio..... esa sagrada hoja escrita que separa tu vida, de tu muerte...

martes, 24 de agosto de 2010

Epifanía

Frío. Demasiado, externo e interno, para el primero los guantes y la bufanda no son suficientes, para el segundo, no tengo solución. En fin, hay otras cosas que no se enfrían nunca, como la sangre, la sangre siempre se mantiene a temperatura, siempre roja. Ayer vi mucha sangre, pero tranquilos, no he matado a nadie (al menos no aun), vi lo mejor que ha hecho Tim Burton, la adaptación para cine de Sweeney Todd, The Demon Barber Of The Fleet Street.


No me detendré a analizar la película ya que es totalmente innecesario, solo quiero robarles un momento y transportarlos a un minuto en particular, a la canción llamada Epifanía, por si alguien no lo recuerda es el tema que canta Sweeney justo después de haber tenido al infame juez Turpin al alcance de su brazo, y por ende de su navaja, y tras la interrupción de Anthony este se le escapa Tras el momento lógico de frustración, nuestro diabólico (aunque para nada demente) barbero, comienza vivir la verdadera epifanía.


Sweeney decide algo que muchos antes que él han decido también, todos merecen morir y todos merecemos morir, ojo con esto, porque dice “merecemos” y no “debemos” u otro verbo similar, esto es importante porque el “deben”, por ejemplo, no implica nada aparte del mismo deber, pero el “merecen” implica que hemos hecho algo para recibir este… castigo o salvación, se los dejo a ustedes.


Y bueno, admitámoslo, todos hemos hecho cosas que merecen que nos maten, o en el mejor de los casos, algunos (y espero por el bien de mi salud mental no ser el único) hemos pensado también en que todos merecen morir y al menos en el universo cerrado que es nuestra propia mente, hemos sido nosotros con nuestras propias manos los que convierten esta sentencia en realidad, a veces, y más de una con mucha seriedad, he pensado que me gustaría tener la fuerza para entregarme a la esa misma bendita epifanía y que suceda lo que tiene que suceder.


En fin, supongo que hay que tener demasiada fuerza para eso, y yo no la tengo, o quizás no estoy lo suficientemente seguro de que lo que Sweeney dice sea así, quizás.


Bueno ya se me quitaron las ganas de seguir escribiendo, además, si sigo pensando en esto, puede que algún día tome una decisión solo con la cabeza, lo que implica olvidarse de todos los demás y de los sentimientos que tengas por ellos.


They all deserve to die

Tell you why, Mrs. Lovett, tell you why

Because in all of the whole human race, Mrs. Lovett

There two kinds of men and only two

There’s the one staying put in his proper place

And the one with his foot in the other one’s face

Look at me, Mrs. Lovett, look at you

Though we all deserve to die

Even you, Mrs. Lovett, even I. (Sweeney Todd)

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