Ahora que las tardes y las noches están más frías, una de las cosas buenas que se puede hacer es tomar un rica taza de té (o dos o tres). Lo magnifico del té es que relaja tanto el cuerpo como la mente, es perfecto para muchas cosas, para escribir, para leer, ver una película, etc.
El té también es bueno para una suerte de introspección, claro, para lo llamamos así. Un amigo me recomendó hace unos días hacer esto, una introspección, me dijo; tienes que hacerlo, es fácil, es como mirarse a uno mismo en un espejo dentro de si y hablarse desde el corazón. Lindo ¿cierto?, si, obvio, habla muy lindo este hueón, pero por desgracia se equivoca.
Lo lamento pero así es, pregúntense en serio, ¿cuantos serian capaces de hacer una introspección de verdad y quedar de pie? Dudo que alguien lo logre. Si tuviéramos el valor suficiente, bebiéramos un trago de té y nos miráramos dentro, no sería como estar parados frente a un espejo, sería como destrozar el espejo con nuestra propia cabeza y cortarnos los brazos con el vidrio caído.
No, no somos capaces de hacer tal cosa, mirarse dentro es un pesadilla, y evitamos hacerlo a todo costa, de distintas maneras y extrapolamos nuestros escudos para no tener que sufrir por lo que tenemos en el interior, miedos, debilidades, errores y horrores, pasado, presente y futuro, es demasiado todo eso para cualquiera.
Ahora, si alguien puede hacer un mínimo porcentaje de esto, seguramente lo hará bebiendo té, es imposible de otro manera, o con otra bebida, si lo intentará bebiendo alcohol, terminaría creyendo que todo está bien y que no tengo ningún problema, lo cual es falso, el alcohol es mentiroso… divertido, fiestero, buen compañero, sabroso… pero mentiroso, nos llevaría a un estado en el que ni siquiera analizaríamos un pequeña verdad sobre nosotros, nos llevaría a un lugar que para este propósito no corresponde, y no me refiero a la cama de nadie más, si no aun estado en el que la felicidad con espuma nos cubriría los ojos con una venda hecha de restos de botellas.
Otra opción sería el café, pero no, el café altera los nervios y la mente, si hiciera (y creo que la mayoría también) una real introspección bebiendo café terminaría suicidándome, y no es que piense hacerlo, pero así son las cosas, estoy seguro que de alguna manera el café aumenta los suicidios, entre otras muchas cosas claro.
Bueno, mi té se enfría, y esto no vale la pena como para bajar a la cocina a recalentarlo. Adiós. Cuidado con el espejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario