Bienvenidos a este lugar.....
Este lugar es ese gris espacio entre el blanco y el negro, esa pequeña idea entre la genialidad y la locura, ese minimo paso entre el bien y el mal, esas pocas palabras entre la felicidad y la tristeza, esa delgada linea entre el amor y odio..... esa sagrada hoja escrita que separa tu vida, de tu muerte...

martes, 5 de abril de 2011

Siete días


Siempre es siete, numero común en vida, extraño pero cierto. Se dice que el siete representa la perfección, lejos de eso está en mi caso.

Muy extraños fueron los últimos siete días, llenos de cosas, buenas, regulares, malas, excelentes, pésimas, decepcionantes, horribles y hasta asquerosas, y no es que no sea algo que a todos nos pase, pero cuando suceden todas juntas en tan solo una semana, es digno de marcar el calendario.

Para que ahondar en un tema recurrente, mi enemigo (a esta altura “archi”), es el tiempo, lo se, siempre lo he sabido, pero en estado onírico ayer por la noche, casi de mañana en verdad, creo que he descubierto en parte cual es el motivo primero de nuestra interminable lucha; el tiempo se me escapa.

Si, es eso, no se como lo hace, a veces me lo imagino como un reloj de arena con brazos y piernas, sin rostro visible, pero con actitud burlona y desafiante, con cabello rubio, una tunica romana y enfundado en zapatos dorados con alas al estilo de Ícaro. Me hace señas a poca distancia, pero cuando estoy agotado de correr y apunto de alcanzarlo, emprende el rumbo con su inimaginable velocidad y me deja de rodillas contemplándolo, exhausto, como se aleja de mi otra vez.

Mi problema es simple, entiendo los procesos tardíamente, zarpo una vez que la sirena hubo sonado hace horas, que todos ya se han despedido y que en el mar del mundo ya se está desvaneciendo una huella que yo debería haber dejado. Entendí tarde cuando termino mi niñez, lo mismo mi adolescencia, sonaron tarde en mi cabeza las voces de personas que debí haber escuchado, comprendí mucho después las cosas que alguna vez me quisieron decir, esperé demasiado por cosas que ya habían llegado y que no supe distinguir en su momento.

Y ahora, ahora hago cosas que debí hacer antes, mucho antes, ahora que ya es tarde desperté de una siesta que quien sabe cuanto duró. Lo peor, es que ahora que miro al maldito reloj a mi lado, y no adelante, no tengo razones para alegrarme de haberlo alcanzado, siempre es cruel la ironía, más ahora que me la cause yo mismo.

Podría estirar las manos ahora, ahorcar al reloj, pero no serviría de nada, aparecería otro en su lugar, quizás con zapatos más rápidos, además ahora algunas de las metas están fuera de mi camino, en lugares donde aun con todo el tiempo del mundo y con el reloj muerto no podría llegar.

En fin, se me olvidó que estaba hablando del número siete, quizás deba esperar, quizás el universo, la naturaleza, Dios, Athena, Kami-sama o la simple y cruel ironía me lancen otro siete. ¿Con que vendrá acompañado? ¿Días? No. ¿Semanas? Lo dudo. ¿Años? No lo sabría, el reloj aún estaba sentado a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario