“Como guía el cielo regalo una estrella para tu frente, para que sin perder la ternura jamás, aprendieras a endurecerte”. Hace unos días una amiga me cantó esos versos en particular para subirme el ánimo, en ese momento (y se lo agradezco de verdad) pensé que tenia razón, y que la esperanza regresaba a mí.
Hoy, solo unos días después, no sin un sentimiento de lastima por como se dan las cosas, estoy convencido de que se equivocó. Uno no puede endurecerse y mantener la ternura (si, nunca he sido tierno jajaja, que buen chiste), no es posible armar un escudo que no se quiebre cuando uno exprese emociones, es simple, te sacas el escudo para poder parecer humano y demostrar que si puedes sentir algo y todo se va a la mierda, disculpe mi vocabulario, pero no encuentro otra palabra que lo exprese mejor.
Me siento como un desperdicio, como basura no biodegradable, estoy ahí estorbando y ensuciando la vida de los demás, pero no puedo morir, mi existencia plástica alarga una agonía inútil e insufrible. Sin sentido. Me siento utilizado y utilizable, pero en ningún caso útil.
Veo como los que partieron corriendo a mi lado llevan kilómetros de distancia, como algunos con los que siempre he caminado a la par suben y suben escalones mientras yo los observo hacerlo. Algunos me miran hacia abajo, muchos con indiferencia, algunos con una preocupación actuada, más de ellos, con lastima, los demás simplemente no voltean la cabeza.
Estoy cansado y aburrido, me dijeron; esa es tu canción, el hombre de la estrella, quizás sea así, pero mi estrella es una mala estrella, ya ha pasado de ser mala suerte o malas decisiones. Hoy todo me abruma, y me cuesta decir todo, porque miro a mi alrededor en este momento y me doy cuenta que no tengo nada, absolutamente nada, estoy sentado solo, escribiendo palabras que nadie va a leer, y si alguien las lee, no le importa.
El mes que viene cumplo veinticuatro años, ¿y que tengo? ¿Qué he hecho con mi vida? ¿Cuales son mis sueños? Nada, nada y no tengo, me veo en un espejo y desvío la vista rápidamente, no me gusta verme, con cada día que pasa veo una peor y más miserable versión de lo que antes fui, y si es que lo fui alguna vez, hoy de hecho no lo creo, no creo haber estado encursado en algún camino alguna vez, ni siquiera se si he visto tal camino, tal vez solo ilusiones adornadas.
Estoy cansado, lo repito porque esa es la palabra, no sabría describirlo mejor. ¿Han visto esas películas antiguas o en los dibujos animados (véase Bugs Bunny, sin duda lo mejor de las caricaturas) cuando llega un fantasma o espíritu a llevarse a alguien a una visión de cómo sería el mundo si él no existiese? Bueno, yo he llegado al punto de estar seguro de que si se me apareciera tal personaje, le diría sin más que me desapareciese, que no tengo la necesidad de ver algo que ya sé.
Sé que si alguien está leyendo esto, me esta llamando por lo bajo melodramático, novelesco o cuático de frentón, pero cuando te das cuenta de que tu presencia y tus palabras molestan incluso a ese pequeño número de personas que en realidad amas, sabes que es así, y que lo mejor sería desaparecer.
Para aclarar, (porque no falta la gente rollera) esto no es una carta de suicidio ni mucho menos, no soy tan estúpido (ni tan valiente), de hecho hoy creo no ser nada de lo que siempre me sentí orgulloso de ser, que ironía.
Como sea, el punto de esto es dar fin y comienzo, fin a muchos cosas, en especial a mi, ya no me sirve ser yo, lo he intentado y reintentado, la verdad sin mucha seguridad de que algún día funcionó realmente, pero ya no puedo más, tengo que terminarlo, ¿quiero hacerlo? No, por supuesto que no, siempre estuve o supuse estarlo, muy feliz y orgulloso con ser yo, con haber superado tantas cosas y estar de pie, y con (al menos yo en su momento lo pensé así) ir avanzando en un camino largo y con futuro y mejorando cada día.
Pero eso ya no me sirve, no puedo seguir así, cuando las pastillas para la ansiedad no te evitan temblar cuando esperas algo, o a alguien, y las pastillas para dormir no vencen al maldito insomnio, hay que buscar una salida alternativa o morir en el deja vu eterno que se ha convertido mi vida.
En fin, quizás ya he comenzado bien, ahora estoy violando dos de mis antiguas reglas, no escribir más de una página para el blog y no andar dando pena por la vida.
Buscaré otra estrella para seguir.